¿A partir de qué edad los niños pueden comenzar a conectarse con la lectura?
A mi criterio, desde que nacen, incluso antes también. Susurrarles al oído arrullos y canciones es un buen comienzo. En la oralidad comienza a construirse una relación afectiva con la lectura.
Nuestra escritora argentina, Laura Devetach, en su libro “la construcción del camino lector” escribió:
Había una vez el van y el ven, el va y el ven, el vaivén, de un arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón…
Y para responder la pregunta que hice al comenzar, lo puede explicar mejor la escritora colombiana Yolanda Reyes, quien se ha preocupado mucho de este tema, con ella aprendí la palabra Bebeteca (espacios de lectura para bebes).
"...nadie lee mejor los cuentos que un papá, una mamá o un adulto amado por ellos. (…) ¿Y saben por qué?…Porque mientras leen, ustedes se revelan ante ellos: ustedes son el lobo y también el refugio, y los niños descubren que ustedes también podrían tener miedo y vencerlo, que ustedes también sueñan y sienten. No hay nada más fascinante para un niño que descubrir cómo se pueden experimentar, en ese lugar seguro del lenguaje, las emociones y las peripecias que nos hermanan a todos, grandes y chicos. Esa posibilidad de emocionarnos con la emoción de otros, que llamamos empatía, se aprende en las experiencias literarias de la infancia. La voz, el libro, el abrazo. No creo que exista un “lugar” más exacto para situar el nacimiento de la literatura en la vida".
Para ella los niños tienen derecho a tres cosas que son iguales en importancia: "Leche, palabras y caricias” La primera aproximación de un chico a la lectura es en forma oral porque somos oidores poéticos. Lo que oye el niño es la voz de la mamá, no tanto lo que le dice sino cómo lo dice. Por eso existen las canciones de cuna...que son libros sin páginas. La lectura en la primera infancia es muy porque su tradición oral lo es”.
Por eso, estoy convencida que el amor por los libros debería estar latente desde que nuestros hijos son bebés. Introducirlos al mundo de la lectura resulta muy positivo, ya que empiezan a disfrutarlo por medio del juego. Los podemos acompañar dándole ritmo a la lectura: contándoles un cuento con rimas o canciones o leyéndoles poemas. De esta manera estamos estimulando el uso del lenguaje y la imaginación. También podemos explorar con libros de tela y de baño (son lavables y flexibles), libros de cartón y libros que vienen con títeres, con solapas y con sonidos.
Darle nuestro tiempo para compartir de la lectura y la palabra garantiza el camino lector del niño a lo largo de su vida.
Para cerrar, les comparto algunos principios de libros que podés leer a los chicos en voz alta:
1.Si yo fuera un león – Isabel Pin:
¿Sabes rugir como un león? ¿O croar como una rana? ¿O trinar como un pájaro? Sujeta el libro abierto delante de tu cara ¡y que empiece la función! Un libro perfecto para sorprender a los bebés y enseñarles, poco a poco, a imitar los sonidos de los diferentes animales al tiempo que juegan.
2. Dailan Kifki – María Elena Walsh
El jueves yo salía tempranito a pasear mi malvón por la vereda, como todos los jueves, cuando al abrir la puerta ¡zápate! ¿Qué es lo que vi? El zaguán bloqueado por una enorme montaña gris que no me dejaba pasar.
¿Qué hice? La empujé. Sí, empujé la montaña y conseguí sacarla a la vereda. Y allí vi, creyendo soñar, que la montaña era nada menos que un elefante. ¿Se dan cuenta? ¡Un elefante!
3. J.M. Barrie - Peter Pan
Todos los niños crecen, excepto uno. No tardan en saber que van a crecer y Wendy lo supo de la siguiente manera. Un día, cuando tenía dos años, estaba jugando en un jardín, arrancó una flor más y corrió hasta su madre con ella. Supongo que debía estar encantadora, ya que la señora Darling se llevó la mano al corazón y exclamó:
-¡Oh, por qué no podrás quedarte así para siempre!
Y ustedes… ¿Qué libro van a elegir para compartir? ¡Hasta el próximo encuentro!
Marita
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